viernes, 25 de julio de 2008

No sólo toros. Gastronomía y medievo en Pamplona

A Pamplona hemos de ir, con una media, con una media...
A Pamplona hemos de ir, con una media y un calceltín.

Una semana después de San Fermines, llegamos a Pamplona o Iruña, como la llaman en Euskera(Navarra-Nafarroa). A una hora de viaje desde Vitoria. Para gustos, colores. Mucha gente preferiría visitar Pamplona en fiestas, pero particularmente no me gustan los toros y prefiero las ciudades cuando están más tranquilitas. Nos hospedamos en el Hotel Leyre, en la céntrica calle del mismo nombre. Es un tres estrellas, a 75€ con desayuno buffet incluido. La habitación es pequeñita, pero la ventaja es que está en todo el centro, muy cerca de todas las tiendas y de los bares de pinxos. Eso sí, el aparcamiento está fatal. Todo es zona azul. Nosotros hemos tenido suerte y justo hoy no había que pagar :)) Hay un parking al lado y si eres cliente del hotel te hacen un 10% de descuento.











Lo primero, como no, es visitar la Plaza de Toros, donde hace apenas una semana se hicieron los encierros de los San Fermines y donde Ernest Hemingway quedó alucinado con esta ciudad. En el casco histórico de Pamplona, todo está muy cerca. Catedral, Ayuntamiento (donde el famoso chupinazo en San Fermines), basílicas, edificios preciosos. Pasear por sus coloridas calles es todo un placer.

Nos situamos en la Plaza del Castillo, una plaza muy pintoresca rodeada de soportales y con un bonito templete en el centro. A partir de ahí entramos en el casco viejo. Paseo por la muralla medieval que rodea el caso histórico (un bonito paseo de 5 Km con vistas al Río Arga ) y paseo por la Ronda del Obispo Barbazán.




La muralla nos lleva al Parque Taconera, donde hay una alucinante reserva natural en Media Luna de Gonzaga. Ciervos, pavos reales, gallinas gigantes, patitos en el lago.. un placer para los sentidos. Y por último, damos un paseo por la Ciudadela.



Hay dos calles muy famosas en Pamplona para ir de bares. La Calle Estafeta y la Calle San Nicolás. En la primera hemos tomado uno pinchos de ibéricos y un crianza navarro (confesamos que nos gusta más el de Rioja jeje). Por la tarde en esta calle, por casualidad, hemos encontrado a Beatriz, una pastelería tradicional donde hemos comprado una cajita de medio kilo de "garrotes de chocolate". Están que te mueres de buenos. Al probarlos entiendes por qué había esa gran cola esperando para comprarlos. Obviamente, no nos los hemos comido todos :))) Pero de mañana no pasan ;) jajaja

En la Calle San Nicolás, un bar del mismo nombre de cocina vasca, es imprescindible probar los pinxos de huevos estrellados con morcilla y marineros, y queso de cabra en tempura con cebolla confitada, acompañado del vino tímpico de Pamplona, el "chacolín" (muy parecido a la sidra).

Nosotros sólo hemos tenido un día para ver Navarra. Pero si echáis más días, una excursión muy interesante es ir a Ochagavia, en el Pirineo Navarro, donde está la Selva de Irati y unos preciosos manantiales naturales, a una hora de Pamplona dirección Francia. Me quedé con toda la gana de visitarla, pero bueno, otra vez será :)

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