jueves, 24 de julio de 2008

Vitoria (Guipuzcoa). Del Gasteiz Medieval al neogótico

Hemos dejado La Rioja y entramos en Euskadi. Una horilla de viaje por la A124 pasando por Laguardia. Prometemos volver a Laguardia otro año y pasar al menos una noche allí. Ains.... Y llegamos a Vitoria, la ciudad donde Napoleón perdió su imperio. Una ciudad tranquila, donde pasear y vivir en paz.

Nos hospedamos en el Hotel Barceló de la Avenida Gasteiz. Es un cuatro estrellas, pero me gustó mucho más el tres estrellas de Logroño (el Marqués de Vallejo). Entre otras cosas, porque tenía wi-fi gratis en la habitación y la decoración era modernísima :)) Pero bueno, este también está bien. La habitación gigante y a dos pasos del casco histórico.

Pues lo primero que hemos hecho es ir a pasear por el Parque de la Florida. Es un parque enorme, con una gran variedad botánica. Hay una zona con bancos que me recuerda en algunos aspectos al Parque Güell de Barcelona (salvando las diferencias). Hay que decir que Vitoria es la ciudad europea con el mayor índice de espacios verdes por persona. Y ha sido una gran sorpresa encontrarme allí al lado una preciosa catedral de cuento de Disney. Un neogótico alucinante del XX. La Catedral María Inmaculada (la nueva, como allí la conocen, para diferenciarla de la original) Personalmente, el gótico es mi estilo arquitectónico preferido (Notre Dame, Canterbury… son ejemplos conocidos) Dentro hay un museo y puedes entrar gratuitamente.

El centro de Vitoria es lo que antiguamente había sido un poblado amurallado llamado Gasteiz. Hoy quedan algunos vestigios de esa muralla. Está situado sobre una colina. Lo notaréis en las cuestas jeje aunque en muchas de ellas han puesto rampas mecánicas para evitarte el esfuerzo. La verdad que me ha llamado la atención, teniendo en cuenta que allí el espíritu ciclista está muy extendido y la gente se supone que le gusta hacer ejercicio… jeje

Pero lo primero, y antes de hacer turismo por el casco histórico, es llenarnos la tripa en la calle de las cuchillerías, en el centro de Gasteiz. Es una calle llena de bares. En concreto el bar “el 7” es más que recomendable. Puedes comer de menú por 10,50€ y la cocina vasca es una pasada. El entrecot y la lotxa a la vizcaína (que es un pescado parecido a la merluza pero mucho mejor) estaban de muerte. Pero lo que no podéis dejar de probar es el goxua, que es un postre a base de bizcocho emborrachao con nata y caramelo.

En esta misma calle merece la pena ver el Museo Fournier del Naipe. Sí, sí, la baraja de cartas de toda la vida (aunque está muy abandonado el pobre, me he llevado una gran decepción, porque tenía muchas ganas de verlo. No lo he visto por dentro, pero no ponía ni el horario por fuera ni nada) y la casa del cordón (una casona medieval donde estuvieron hospedados Felipe el Hermoso y su esposa, Juana la Loca).

El recorrido que vamos a hacer en el casco histórico es un recorrido en “espiral”. Porque las calles del centro de Gasteiz están dispuestas como un gran óvalo con círculos concéntricos a modo de calles. Empezamos por la principal visita que hay que hacer en Vitoria. La reconstrucción de la Catedral de Santa María “abierta por reformas”. La entrada hay que reservarla con antelación (5€, o 2,5€ con carné de estudiante) en el teléfono 945255135. En un grupo de unas 20 personas, una muchacha va haciéndote de guía a través de la reconstrucción de la Catedral, desde los cimientos hasta un paseo por el triforio, pasando por unos andamios en altura en la nave central y en los cruceros de la Catedral (hay que ponerse casco para la visita) Es interesantísima. Vas viendo los diferentes periodos, desde el románico hasta el gótico y todo el paso de la historia que ha dejado huella en sus muros agrietados y en sus columnas y cúpulas reforzadas. Ken Follet, el autor de “Los Pilares de la Tierra” ha hecho también esta visita y está encantado.

Después de haberse pateado el centro en espiral llegaremos a la Plaza de la Virgen Blanca, justo al lado de la Plaza de España donde está el ayuntamiento. Me encanta esta plaza. Sobre todo por la Iglesia de San Miguel al fondo, que está ya subiendo la colina por unas escalinatas que te llevan, primero, a la Plaza del Machete (donde antiguamente cortaban la mano a los ladrones jeje y ejecutaban las sentencias a garrote vil) y después a la calle de las cuchillerías donde hemos comido (y donde hay muchas referencias políticas, pero bueno, pasando) y a todo el casco histórico. Si tenéis especial interés por ver el Palacio de Ajuria Enea, tenéis que andar un poquito más al extrarradio de la ciudad. Ah, llevad un paraguas en la mochila porque por mucho calor que haga, siempre te puede sorprender una nube cargadita de agua jeje

Vitoria es una ciudad muy muy bonita y merece la pena perderse en las callejuelas medievales y pasear por sus parques. Degustar sus dulces trufas victorianas de Goya y sentirse arropado por la amabilidad de sus gentes. Ongi etorri a Gasteiz!

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